viernes, 8 de julio de 2011

A casa...

Ya no queda nada para irme. Son días de despedidas, de reflexión, de evaluar lo realizado...de tantas cosas que seguiré en Canarias haciendo todo eso. Ahora viene la etapa más difícil, volver a la otra realidad y enfrentarme a la incertidumbre. Al final uno se acostumbra a la vida en Sudamérica, al ritmo loco y tranquilo, a no depender tanto del dinero ni de lo material, a otro estilo. Pero hay que regresar para verme en otro espejo, no sé si me reconoceré...
Y como no podía ser de otra forma, me despido del país como vine, es decir, poniéndome a cada rato enfermo. Que si empezamos con la gripe, luego estómago... pero ya recuperado y con ganas de disfrutar mis últimos días.
Tengo tanto que decir...pero tanto que pensar...

En agosto ya estaré en Tenerife...allí nos veremos...