martes, 8 de septiembre de 2009

...PIDE QUE TU VIAJE SEA LARGO, LLENO DE PERIPECIAS, LLENO DE EXPERIENCIAS...

Hoy por fin ya soy persona. Después de haber dormido unas 11 horas puedo decir que estoy recuperado. Ayer hice de todo, fui de ruta turística por Lima, por la Plaza Mayor, la Catedral... Por cierto, si alguien quiere vivir emociones fuertes que agarre un taxi en Lima, eso es jugarse la vida y lo demás tonterías. Sin cinturón, te enfrentas a una estampida de carros y buses. El estómago da volteretas mientas el conductor no para de tocar la pita a todo cacharro que se le pone delante. Después de haber dado gracias por llegar sano a Miraflores, intento reponerme con buena comida peruana. A quien le guste comer disfrutará de lo lindo. Diferentes sabores y olores te harán recordar la suerte de estar vivo. Una recomendación, por mucho que te pueda gustar el ají, controla, que luego sienta mal, experiencia personal.
Tras haber dormido mi "siesta canaria", me compré mi celular y cambié los euros a soles. Que bien suena decir, "llevo veinte soles en la cartera", nunca pensé que pudiera tener un "sol" en el bolsillo, pero aquí todo es posible. Ya por la tarde me recomiendan ver el distrito de Barranco, que según el que me lo aconseja "está a un ratito caminando...", el concepto espacial aquí no es el mismo que en Canarias. Ese ratito duró más de una hora. Como curiosidad por el camino, veo un letrero que dice "Hogar para adultos mayores", ¡que bien suena eso!
Por fin llego a Barranco, la caminata ha merecido la pena. Es un lugar lleno de bares donde van escritores, artistas... hay plazas con exposiciones y avenidas con cientos de restaurantes. Como mi estómago da señales de vida me dispongo a comer en un Chufi, es un chino pero al estilo peruano. Todo muy rico aunque dejo bastante. Aun no sé pedir bien la comida y no sé que es suficiente para una persona. Y por otro lado tengo el gran problema de que no entiendo bien lo que me dicen ni ellos lo que digo, aunque sea castellano, no es tan fácil como parece. Ya son las 9.30 y marcho a casa para descansar.
Hoy a sido un gran día, después de haber resucitado de mi gran sueño, me recomiendan ver La Punta, es una saliente enorme de tierra rodeado por el Pacífico. Renuncio a la idea de ir en taxi, prefiero llegar vivo a Ayacucho, y marcho en bus. Este viaje ha sido una gozada. Durante el camino tienes toda clase de distracciones. El vendedor, que no el conductor, se pasa todo el camino gritando a viva voz el destino del bus. Es una competencia entre todos para conseguir a los pasajeros. Mientras pasa todo esto, se sube un hombre con una caja, se sienta y comienza a golpearla y a cantar, en la siguiente parada se baja y sube un vendedor de golosinas...en fin, que no hay tiempo para aburrirse. Después del viaje en bus, no sé qué es más peligroso, si el taxi o el bus. He llegado a la conclusión de que subirse a cualquier transporte terrestre es jugarse la vida, pero te lo pasas tan bien. Por fin llego a La Punta, es precioso. Doy un buen paseo y como, aun no he aprendido a no abusar del ají. Ya cansado regreso a casa para escribir esto. A las 21.00 marcho para Ayacucho, llegaré a las 6.00.
Muchísimas gracias a todos los que me están dando ánimos y me mandan correos.
Mañana llego a mi destino...ya os contaré...

1 comentario:

Metztli dijo...

jajaja, mientras te he ido leyendo he tenido una sonrisa en mi cara continuamente, es que me has hecho recordar tantos momentos. Los taxis, los buses, recuerdo subir y bajar en marcha y las medidas de seguridad brillan por su ausencia, y los hombres de las cajas, estan por todos lados, y si no sube los que venden estampitas y te rezan jajaja, la verdad que no hay tiempo para aburrirse.

Te deseo un buen viaje y cuidado con el ají.

Me quedo esperando tu proxima aventura que ya imagino como sera, 10 horas de bus, sin nada mas que quizas ver la tele "con suerte", a lo mejor me equivoco pero ya contaras.

Saludos