Aunque en la última entrada anuncié que sólo escribiría lo más importante, esta vez me llevaré la contraria.
Algunos me siguen preguntando en qué consiste mi trabajo en Ayacucho. Hace sólo tres semanas y algunos días que llegué. El trabajo del voluntario no consiste llegar a un lugar concreto y cambiar en unos días todo lo que toque con su mano.
He llegado a una ciudad donde no conocía a nadie, con una cultura y lengua diferente, aunque hablamos castellano (más bien hablo aronero) existen muchas palabras que no conocía, ahí van varios ejemplos: un pata=un chico, está vacán=está genial, copado=lleno… y así podría seguir y no terminar.
Dentro del Centro Loyola colaboro en un proyecto que lleva funcionando cuatro años, el nombre del proyecto es “Caminando con ellos”; tiene como objetivo el trabajo con adolescentes y jóvenes inmersos en pandillas o en situación de riesgo. Son cinco grupos: Killatari, Nueva Generación y Juan XXIII, de la zona de Quinuapata, y por otro lado los grupos Ajucads y Ajev, de las zonas de Carmen Alto y San Juan Bautista. Cada grupo está constituido por un presidente, un secretario y un tesorero. Semanalmente tienen una reunión donde se coordinan como grupo y organizan todas sus actividades, por otro lado los miembros del área de juventud y promoción social imparten diferentes talleres. El área está formada por cuatro miembros. Además de las reuniones tienen talleres de danza peruana, música, donde aprenden a tocar la zampoña, charango, guitarra… y un equipo de fútbol que debutará el 17 de octubre en la segunda división. La finalidad de estos talleres no es sólo que los chicos adquieran conocimientos, sino que realicen actos de proyección social en su comunidad, es decir, representar danzas en colegios, en actos vecinales o de la municipalidad. Este año, con los chicos más avanzados de música, se ha formado un grupo musical llamado GAMA, que ha editado su primer disco.
Por ahora mi misión consiste en asistir a algunas de reuniones de los grupos y apoyar, por otro lado coordino los diferentes talleres, asisto a los ensayos y entrenamientos para comprobar si los chicos asisten y son puntuales, reunirme con los profesores… Tenemos previsto iniciar nuevos talleres de deporte, baloncesto y natación, y clases de lectura rápida y clases de apoyo. Cuando se hace algún paseo o taller en el centro presto igualmente mi ayuda.
Las reuniones y talleres se realizan por las tardes, así que durante las mañanas estoy en el centro donde tenemos reuniones de área o de equipo, me sigo informando de la realidad de Ayacucho y aprovecho para escribir en el blog y hablar con mi gente. A simple vista puede parecer que no hago mucho, pero como dicen aquí “poco a poco”. He llegado casi terminando el curso y todos los proyectos están tocando su fin. En marzo comienza un nuevo curso y nuevos proyectos. No sé si les aclaré en qué consiste mi labor aquí, pero a medida que lo vaya sabiendo yo, les iré informando.
En lo que se refiere a mi vida social ya voy conociendo más gente, los huamanguinos son muy amables y muy dados. Por fin ya estoy haciendo deporte, voy a correr al estadio del Inti Gas de primera división, voy a nadar a la piscina “temperada” de un colegio, me invitaron para entrenar con equipo de baloncesto y algún día iré a jugar al fútbol con los chicos de Juan XXIII, por supuesto con mi camisa del Arona.
En las semanas anteriores he estado mal del estómago, en parte se debe a que almuerzo en un restaurante, puede parecer un lujo, pero por un euro comes un menú, pero me sienta mal tanta salsa, así que me estoy cocinando en casa que aquí la verdura y la fruta es buenísima. Una curiosidad culinaria, aquí los alimentos tardan el doble en cocinarse, dicen que es por la altura a la que estamos, no sé si es eso, pero el otro día iba a hacer una tortilla de papas y casi me dan las uvas friendo papas. También he comprobado que a los mosquitos peruanos les gusta la rica sangre canaria, tengo los brazos y piernas lleno de picaduras.
El tiempo desde que estoy es soleado, aunque ha llovido más de una vez. Una de las cosas más bonitas que he visto desde que estoy fue el otro día cuando salía la luna llena por el cerro.
Yo creo que eso ha sido todo por esta semana. El jueves voy a una boda y ya les contaré.
Algunos me siguen preguntando en qué consiste mi trabajo en Ayacucho. Hace sólo tres semanas y algunos días que llegué. El trabajo del voluntario no consiste llegar a un lugar concreto y cambiar en unos días todo lo que toque con su mano.
He llegado a una ciudad donde no conocía a nadie, con una cultura y lengua diferente, aunque hablamos castellano (más bien hablo aronero) existen muchas palabras que no conocía, ahí van varios ejemplos: un pata=un chico, está vacán=está genial, copado=lleno… y así podría seguir y no terminar.
Dentro del Centro Loyola colaboro en un proyecto que lleva funcionando cuatro años, el nombre del proyecto es “Caminando con ellos”; tiene como objetivo el trabajo con adolescentes y jóvenes inmersos en pandillas o en situación de riesgo. Son cinco grupos: Killatari, Nueva Generación y Juan XXIII, de la zona de Quinuapata, y por otro lado los grupos Ajucads y Ajev, de las zonas de Carmen Alto y San Juan Bautista. Cada grupo está constituido por un presidente, un secretario y un tesorero. Semanalmente tienen una reunión donde se coordinan como grupo y organizan todas sus actividades, por otro lado los miembros del área de juventud y promoción social imparten diferentes talleres. El área está formada por cuatro miembros. Además de las reuniones tienen talleres de danza peruana, música, donde aprenden a tocar la zampoña, charango, guitarra… y un equipo de fútbol que debutará el 17 de octubre en la segunda división. La finalidad de estos talleres no es sólo que los chicos adquieran conocimientos, sino que realicen actos de proyección social en su comunidad, es decir, representar danzas en colegios, en actos vecinales o de la municipalidad. Este año, con los chicos más avanzados de música, se ha formado un grupo musical llamado GAMA, que ha editado su primer disco.
Por ahora mi misión consiste en asistir a algunas de reuniones de los grupos y apoyar, por otro lado coordino los diferentes talleres, asisto a los ensayos y entrenamientos para comprobar si los chicos asisten y son puntuales, reunirme con los profesores… Tenemos previsto iniciar nuevos talleres de deporte, baloncesto y natación, y clases de lectura rápida y clases de apoyo. Cuando se hace algún paseo o taller en el centro presto igualmente mi ayuda.
Las reuniones y talleres se realizan por las tardes, así que durante las mañanas estoy en el centro donde tenemos reuniones de área o de equipo, me sigo informando de la realidad de Ayacucho y aprovecho para escribir en el blog y hablar con mi gente. A simple vista puede parecer que no hago mucho, pero como dicen aquí “poco a poco”. He llegado casi terminando el curso y todos los proyectos están tocando su fin. En marzo comienza un nuevo curso y nuevos proyectos. No sé si les aclaré en qué consiste mi labor aquí, pero a medida que lo vaya sabiendo yo, les iré informando.
En lo que se refiere a mi vida social ya voy conociendo más gente, los huamanguinos son muy amables y muy dados. Por fin ya estoy haciendo deporte, voy a correr al estadio del Inti Gas de primera división, voy a nadar a la piscina “temperada” de un colegio, me invitaron para entrenar con equipo de baloncesto y algún día iré a jugar al fútbol con los chicos de Juan XXIII, por supuesto con mi camisa del Arona.
En las semanas anteriores he estado mal del estómago, en parte se debe a que almuerzo en un restaurante, puede parecer un lujo, pero por un euro comes un menú, pero me sienta mal tanta salsa, así que me estoy cocinando en casa que aquí la verdura y la fruta es buenísima. Una curiosidad culinaria, aquí los alimentos tardan el doble en cocinarse, dicen que es por la altura a la que estamos, no sé si es eso, pero el otro día iba a hacer una tortilla de papas y casi me dan las uvas friendo papas. También he comprobado que a los mosquitos peruanos les gusta la rica sangre canaria, tengo los brazos y piernas lleno de picaduras.
El tiempo desde que estoy es soleado, aunque ha llovido más de una vez. Una de las cosas más bonitas que he visto desde que estoy fue el otro día cuando salía la luna llena por el cerro.
Yo creo que eso ha sido todo por esta semana. El jueves voy a una boda y ya les contaré.
Miguel que siga usted peritamente en Lanzarote, Judith espero que te encuentres bien en tu Tierra y morena disfruta de estos días. El que se anime a venir las puertas de mi casa están abiertas y para seducir más, en navidades me iré de tour por el Perú.
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